Indemnización por Secuelas en Accidentes de Tráfico

Si has sufrido un accidente de tráfico y ahora tienes secuelas que afectan tu vida diaria, es normal que te preguntes cuánto te corresponde de indemnización. Las secuelas no solo generan molestias físicas, también pueden afectar tu día a día, tu trabajo y tus actividades habituales.

¿Sabías que la ley te protege para que puedas reclamar una compensación por ello? Aquí te explicamos, de forma clara y sencilla, todo lo que necesitas saber: qué son las secuelas, cómo se calcula la indemnización y los tipos de perjuicios que puedes reclamar.

¿Qué son las secuelas?

Las secuelas son esas molestias o limitaciones que permanecen después de que terminas el tratamiento médico. En pocas palabras, son las consecuencias permanentes de tus lesiones tras el accidente.

¿Cómo se calcula la indemnización por secuelas?

La indemnización por secuelas se calcula siguiendo el Baremo de Accidentes de Tráfico. Este baremo asigna un número de puntos a cada secuela, y el valor económico de esos puntos varía según tu edad y la gravedad de la lesión.

Los pasos son los siguientes:

1. Identificar las secuelas: Un médico debe evaluar tus lesiones y asignar un número de puntos a cada secuela.
2. Suma de puntos: Si tienes varias secuelas, no se suman directamente. Se utiliza la fórmula de Balthazard, que combina los puntos para evitar duplicidades.
3. Asignar el valor económico: Los puntos se convierten en dinero según el baremo, teniendo en cuenta tu edad. Cuanto más joven seas, mayor será la cantidad por cada punto.

Perjuicio personal básico

El perjuicio personal básico es la compensación mínima que te corresponde por las secuelas. Esto se basa únicamente en el número de puntos asignados y tu edad.

Es una forma de compensar el daño físico o psicológico sin entrar en otros factores más específicos.

Perjuicio personal particular por secuelas

Aquí es donde entramos en los aspectos más personales del impacto que las secuelas tienen en tu vida. Este tipo de perjuicio incluye:

1. Daños morales complementarios: Si la secuela afecta significativamente tu calidad de vida, puedes reclamar una compensación adicional.
2. Perjuicio estético: Las cicatrices o deformidades visibles también se compensan, y su valoración depende de su visibilidad y gravedad.
3. Pérdida de calidad de vida: Si las secuelas te impiden realizar actividades que antes disfrutabas, como hacer deporte, este perjuicio también es reclamable.
4. Perjuicio moral de familiares: En casos de grandes lesionados, los familiares que asumen el cuidado del afectado también pueden recibir indemnización.

Perjuicios patrimoniales por secuelas

Las secuelas no solo afectan tu cuerpo, también tu bolsillo. Los perjuicios patrimoniales compensan los gastos que tienes o tendrás como consecuencia de las secuelas. Aquí se incluyen dos categorías principales:

1. Daño emergente

Son los gastos derivados de tus secuelas, como:

• Prótesis o tratamientos médicos continuados.
• Rehabilitación prolongada.
• Adaptaciones en tu hogar o vehículo (por ejemplo, instalar una rampa).
• Contratar a alguien para que te ayude en casa si has perdido autonomía.

2. Lucro cesante

Se refiere a la pérdida de ingresos que sufres por las secuelas. Por ejemplo:

• Si no puedes volver a tu empleo habitual.
• Si tienes que reducir tu jornada laboral.
• Si tu capacidad para generar ingresos se ve limitada.

La importancia de asesorarse con abogados expertos

Aunque el baremo facilita el cálculo de las indemnizaciones, la realidad es que cada caso es diferente y las aseguradoras no siempre valoran correctamente las secuelas. Por eso, contar con un abogado especializado en accidentes de tráfico puede marcar la diferencia.

Un abogado te ayudará a:

• Conseguir informes médicos completos y detallados.
• Negociar con la aseguradora para maximizar tu indemnización.
• Incluir perjuicios que las aseguradoras tienden a minimizar o ignorar.
• Defender tus derechos si necesitas acudir a los tribunales.