¿Puede la aseguradora negarse a reparar mi coche?
Sufrir un accidente de tráfico ya es bastante complicado como para que, encima, la aseguradora te diga que no va a reparar tu coche. Si te ha pasado o temes que pueda pasar, es normal que te sientas frustrado o incluso un poco perdido.
Por eso, hemos preparado esta guía sencilla para que sepas qué hacer, cuándo tienes derecho a reclamar y en qué casos la aseguradora podría tener razón. Vamos a aclarar todas tus dudas y, lo más importante, te ayudaremos a proteger tus derechos.
Qué vas a aprender en este artículo
Toggle¿Qué hacer si la aseguradora se niega a reparar tu vehículo?
Si te encuentras en esta situación, lo más importante es no dejarte llevar por la desesperación. Hay pasos concretos que puedes seguir para aclarar lo ocurrido y buscar una solución:
1️⃣ Revisa tu póliza
Lo primero que tienes que hacer es leer detenidamente las condiciones de tu seguro. Parece algo básico, pero a veces se nos escapan detalles importantes. Por ejemplo, algunas pólizas incluyen cláusulas específicas sobre siniestros totales o daños que no están cubiertos.
2️⃣ Pide una explicación por escrito
Si la aseguradora te ha informado que no va a reparar tu coche, lo primero que debes hacer es solicitar que te den una explicación clara y detallada por escrito sobre los motivos de su decisión. Este paso es fundamental porque te permitirá entender exactamente en qué se basan para negarse a la reparación. Además, contar con esta información por escrito es clave si necesitas revisarla con un profesional o si decides emprender acciones legales más adelante.
En algunos casos, la aseguradora puede estar actuando de forma correcta, pero en otros, podrían estar intentando evitar hacerse cargo de una reparación costosa. Tener sus argumentos documentados te dará una base sólida para comprobar si realmente están cumpliendo con lo que establece tu póliza o si, por el contrario, están buscando excusas para no pagar lo que te corresponde.
3️⃣ Habla con un profesional
A veces, lo mejor es buscar a alguien que sepa del tema. Un abogado especializado en seguros puede ayudarte a entender la situación, negociar con la aseguradora o incluso tomar medidas legales si es necesario.
¿Cuáles son las razones por las que una aseguradora puede negarse a reparar el vehículo?
Hay varias razones legítimas por las que una aseguradora podría negarse a reparar tu coche. Si estás leyendo esto, esperamos que no sea tu caso, pero por si acaso, aquí te dejamos las más comunes:
- Falta de cobertura adecuada: Si solo tienes un seguro a terceros y el accidente fue culpa tuya, no esperes que la aseguradora cubra los daños de tu coche.
- Prima impagada: Si tienes pagos pendientes de tu seguro, la aseguradora tiene derecho a no cubrir los daños. Asegúrate de estar siempre al día.
- Siniestro total: Si reparar tu coche cuesta más de lo que vale en el mercado, es probable que la aseguradora decida declararlo siniestro total y pagarte una indemnización en lugar de la reparación.
- ITV caducada o mal estado del coche: Aunque no siempre es una excusa válida, algunas aseguradoras podrían alegar que el coche no estaba en condiciones de circular.
- Fraude o dolo: Si la aseguradora sospecha que el accidente fue intencionado o que hay fraude, pueden negarse a reparar el vehículo.
Si te dicen que no repararán tu coche por alguno de estos motivos, revisa bien la situación y busca asesoramiento si crees que no están actuando de forma justa.
¿Quién elige el taller de reparación del vehículo?
¿Te han dicho que tienes que llevar tu coche a uno de sus talleres? No te dejes engañar. La ley te da derecho a elegir el taller donde prefieras reparar tu coche, aunque la aseguradora tenga sus talleres concertados.
Eso sí, si decides no usar un taller de su lista, asegúrate de que el precio de la reparación sea razonable y guarda todas las facturas. Esto evitará problemas a la hora de reclamar el pago.
¿Cuándo se puede rechazar el siniestro total?
Aunque la aseguradora puede proponer el siniestro total como la mejor solución tras un accidente, hay situaciones en las que puedes decidir rechazarlo. Esto ocurre principalmente por dos motivos:
- La oferta de indemnización es muy baja
Si la cantidad que la aseguradora te ofrece como indemnización no es suficiente para comprar un coche similar al que tenías, puedes plantearte rechazar el siniestro total. Esto suele pasar cuando el valor venal, que es el precio de mercado de tu coche antes del accidente, no refleja realmente lo que necesitarías para adquirir un vehículo equivalente.
En este caso, puedes negociar con la aseguradora, aportando pruebas de que el valor que te están ofreciendo no es justo.
- Prefieres repararlo y cubrir la diferencia
Otra razón para rechazar el siniestro total es que, aunque reparar el coche sea más caro que su valor actual, prefieras quedártelo y asumir la diferencia. Esto puede ser especialmente importante si el coche tiene un valor sentimental para ti, si es difícil encontrar uno igual en el mercado o si consideras que reparar el vehículo es más conveniente para tu situación personal.
¿Cuándo se tendrá que aceptar el siniestro total?
Aceptar el siniestro total no siempre es una elección; hay casos en los que simplemente no queda otra opción. Esto suele suceder cuando el daño al vehículo es tan grave que repararlo sería técnicamente imposible o inseguro.
Por ejemplo, si el chasis del coche está gravemente afectado, es posible que los talleres consideren que no puede garantizarse la seguridad del vehículo tras una reparación. En estos casos, la aseguradora tiene la obligación de declararlo como siniestro total y ofrecerte una indemnización.
Otra situación frecuente ocurre cuando el coste de la reparación es desproporcionadamente alto en comparación con el valor de mercado del coche. Si reparar tu vehículo cuesta un 100% o más de su valor, la aseguradora optará por indemnizarte, ya que esta opción es más económica para ellos.
Aunque aceptar el siniestro total pueda parecer inevitable en estas circunstancias, no significa que debas conformarte con la primera oferta. Asegúrate de revisar bien los cálculos de la aseguradora, y no olvides incluir conceptos como el valor de afección, que compensa el perjuicio de perder tu coche, especialmente si es una herramienta indispensable para tu día a día.